Constantemente estamos buscando maneras de mejorar nuestras bicicletas dentro de nuestro presupuesto, esto hace que en ocasiones tengamos que esperar un tiempo antes de poder comprarnos el material que nos gustaría tener y que haría nuestra bicicleta aún más perfecta, si cabe.
Pues bien, los neumáticos, son la mejora más barata que podemos hacer en nuestro equipo y aunque pueda sorprenderte, esta mejora viene con grandes resultados.
Hay 3 factores a tener en cuenta a la hora de elegir nuestras nuevas cubiertas de carretera, la primera es el grip o agarre del neumático, la segunda es la fuerza de rozamiento o para que nos entendamos, la resistencia de los neumáticos con el asfalto, y por último la resistencia a los pinchazos.
Si pudiéramos encontrar una cubierta que lo tuviera todo, sería genial, pero es muy difícil encontrar una con alta puntuación en las 3 variables, es por eso que es importante no solo saber cuál es nuestro presupuesto si no, además, saber el tipo de terreno por el que vamos a rodar y la época del año en la que utilizaremos los neumáticos, ya que quizá, nos convenga utilizar en invierno unas cubiertas con un TPI bajo, más resistentes a los pinchazos, aunque no sean tan rápidas, porque ya sabemos que lo más divertido de nuestra salida, no es tener que arreglar un pinchazo bajo la lluvia.
Para ponernos en situación, cuando buscamos nuevas cubiertas para nuestra bicicleta de carretera, podemos reducir a 3 las opciones que nos ofrece el mercado.
Tenemos las cubiertas “de toda la vida”, las tubulares y las tubeless.
Neumáticos de Cubierta
Estas cubiertas son las más habituales entre los ciclistas de todo el mundo, están huecas y dentro de ellas colocamos la cámara de aire. Estas cubiertas se enganchan a la llanta por los flancos del neumático y una de sus principales ventajas es la facilidad que ofrece a la hora de arreglar los pinchazos.
Cuando estemos buscando unas nuevas cubiertas para nuestra bicicleta, podremos encontrarnos con dos tipos, tenemos las rígidas y las plegables.
La principal diferencia está en el material con el que están fabricadas. Las que están fabricadas con un aro de Kevlar son plegables y más ligeras, lo que hace que sean más fáciles de transportar y manejar, además suelen tener mayores prestaciones que las rígidas, todo esto hace que en general sean cubiertas más caras.
Las cubiertas rígidas llevan en su interior un aro de hilos de acero, lo que hace que no puedan doblarse y que pesen más que las de Kevlar.
Cubiertas Tubulares
Estas suelen ser la elección favorita entre los profesionales del ciclismo. Este tipo de cubiertas también cuentan con una cámara de aire, pero en este caso la cámara se sitúa dentro de un tubo, de ahí el nombre de tubulares.
En este caso, las cubiertas tubulares van pegadas a la rueda, específica para este tipo de cubiertas. Existe una corriente de ciclistas que defiende las cubiertas tubulares por las sensaciones que le transmite, pero lo que es seguro es que este tipo de cubiertas ofrece una gran ventaja, esta es que se pueden seguir “utilizando” aunque hayamos pinchado con ellas, ya que al ir pegadas, la cubierta no se separa de la rueda.
Ponemos seguir utilizando, entre comillas, porque con un pinchazo nos permiten llegar a casa, pero esto no significa que se puedan seguir utilizando pinchadas de manera indefinida.
Una de las principales desventajas de este tipo de cubiertas es precisamente una de sus fortalezas, nos llevan hasta casa aunque estén pinchadas, pero si tenemos que arreglar el pinchazo en el camino, entonces la cosa se complica.
Al ser una cubierta pegada a la rueda, solo tenemos dos opciones a la hora de arreglar el pinchazo. Una es llevar con nosotros un bote de líquido antipinchazos, pero esto nos nos asegura que consigamos arreglar la cubierta, y la segunda opción, es la de llevar un tubular de repuesto y pegamento para cambiar uno por otro, la pega de este sistema no solo es que hay que llevar un repuesto, si no que además debemos montar una bici con un tubular recién pegado, cosa en general poco recomendable, y más difícil de hacer, con garantías, de lo que podemos imaginar.
Tubeless
Estas cubiertas llevan bastante tiempo siendo muy habituales en las bicicletas de montaña, no tanto entre los aficionados al ciclismo en ruta, pero poco a poco, van haciéndose un hueco y cada vez es más habitual encontrarse bicicletas de carretera montadas con cubiertas tubeless.
Tubeless en inglés significa “sin tubo” o en este caso, sin cámara de aire. Si buscáramos un parecido, podríamos pensar en las ruedas que llevan la mayoría de coches hoy en día.
Las principales ventajas que presentan este tipo de cubiertas son las sensaciones, muy positivas al rodar con ellas, y el hecho de que sea muy difícil sufrir un pinchazo. Además, permiten muchos ajustes de presión diferentes, siendo común bajarlas un poco de presión en rutas con suelo mojado y con curvas, sin aumentar, lo más mínimo, el riesgo de pinchazo.
Estas cubiertas, van montadas con líquido antipinchazos en su interior, lo que hace que en caso de pinchar, ellas mismas de reparen. En aquellos casos en los que este líquido no sea suficiente para arreglar el pinchazo, siempre tenemos la opción de introducir una cámara dentro de la cubierta, como haríamos con una cubierta tradicional, y seguir disfrutando de nuestra ruta.
Si hablamos de desventajas, una de ellas es que aún no hay tanta oferta como de los otros tipos de cubierta, y además que pueden ser algo difíciles de montar porque van muy ajustadas, requiriendo en ocasiones un compresor para dejarla perfectamente montada en la rueda.
Medidas de los neumáticos de bicicleta
Ahora que sabemos los principales tipos de cubiertas que podemos encontrar en el mercado, vamos a ver qué significan los números que vemos en la mayoría de cubiertas de carretera, entre las que predomina la notación francesa.
Si alguna vez te has fijado en ellas, habrás visto números como 700 x 23mm o 700 x 25mm entre otros. En este caso, el primer número (700) nos indica el diámetro exterior de la rueda con una cubierta montada, que suelen ser unos 70 cm en las bicicletas de carretera, o sea, 700mm.
El segundo, hace referencia al ancho de la cubierta una vez inflada. También puede que veamos, en este tipo de medidas, una letra que los acompañe. Esta letra puede ser una A, B o C, y nos indica que para un mismo diámetro exterior de cubierta, hay distintos diámetros interiores de la misma, lo que nos dice el tipo de llanta que se necesita.
La parte confusa viene porque la misma letra nos indica un diámetro diferente en función del diámetro exterior, esto es que para una 700C, el diámetro interior, o la llanta que necesitaremos será de 622mm, mientras que para una cubierta 650C, nos hará falta una llanta de 571mm.
Además de estas medidas, es muy común que el neumático nos muestre cuál es su presión adecuada, esto es muy importante ya que la cubierta, sólo funcionará correctamente si su presión es la indicada. Factores como la aceleración, el agarre o incluso la frenada se ven afectados por la presión, así que, que no se os escapen estos detalles.
TPI
Al principio del post hemos hablado de del TPI, que no es otra cosa que “Threads Per Inch” , en castellano “Hilos por Pulgada”. Una cubierta con un TPI mayor, por ejemplo de 120, será más ligera y flexible, lo que la hará más rápida, eso sí, también será más propensa a los pinchazos.
En cambio, un neumático con un TPI bajo, por ejemplo de 60, tiene más goma y menos hilos, por lo tanto será más pesada y tendrá más agarre, con la ventaja de que son más resistentes a los pinchazos.
Ahora que ya sabes un poco más acerca de los neumáticos para tu bicicleta de carretera, no dudes en echarle un ojo a la selección de neumáticos que tenemos en la tienda, hay una buena selección de Specialized con descuentos muy interesantes!
Neumático Specialized Roubaix Pro 2019
Cubierta Specialized Turbo Pro 2019
Neumático Specialized Turbo Algodón 2019
Cubierta Specialized S-Works Turbo 2Bliss Ready 2019
Cubierta Specialized S-WORKS Turbo con un TPI de 220, este neumático echa fuego!!!