El Gravel capta cada día más adeptos, y una de las preguntas más comunes que nos encontramos es la de si elegir una transmisión mono plato o doble plato. Os contamos algunas ideas para que podáis elegir la que mejor se adapta a vuestras necesidades.
Monoplato
Lo primero de todo, es importante destacar que una transmisión monoplato no es simplemente un plato a secas. Para que funcione correctamente son necesarios, además de los platos y las bielas, también ruedas y casetes compatibles con este tipo de transmisiones. Esto significa que puedes comprar un grupo monoplato completo de una marca, o puedes por ejemplo, combinar marcas para utilizar las piezas de cada una que más te gusten.
Uno de los puntos fuertes de las transmisiones monoplato es , para muchos, la estética. Puede parecer una razón menor, pero no lo és, ya que todos en mayor o menor medida, nos hemos terminado decantando por una bicicleta por su estética.
Si dejamos la estética a un lado y nos centramos más en el rendimiento, una transmisión monoplato será más ligera, no mucho más, pero podríamos llegar a hablar de unos 250g de peso. Pero mucho más importante que eso es que, al poder retirar el desviador delantero, los sistemas monoplato nos permiten llevar ruedas más anchas.
Si hablamos de las velocidades, en el caso de que optes por un sistema monoplato, necesitarás un cassette con un ratio mucho mayor, lo que provocará que necesites un desviador específico para acomodar bien un cassette más ancho.
Doble Plato
A simple vista, una transmisión doble plato puede parecer más sencilla porque realmente es a lo que estamos acostumbrados, pero en realidad son necesarias más piezas para que todo funcione correctamente, lo que supone no solo más peso en nuestra bicicleta, si no además, un mayor coste de mantenimiento para que todo esté a punto, sin contar con sus efectos en la ergonomía del manillar y una mayor complejidad de ajuste mecánico.
Dicho esto, cuando un sistema de doble plato está correctamente ajustado, funciona casi a la perfección, así que vamos a ver sus principales ventajas.
Una de las ventajas más destacadas del doble plato es el rango de velocidades. Mucho mayor que en las monoplato, pero al contrario de lo que cabría imaginar, no conseguimos el doble de velocidades con una transmisión doble plato que con una monoplato. Esto ocurre porque hay relaciones que se repiten y no todas ellas son únicas.
Otra ventaja que podemos encontrar es que nos será mucho más sencillo encontrar una velocidad que se ajuste mejor a nuestra cadencia, cuando estemos rodando en llano o en pistas más rápidas y además, contar con un plato pequeño nos ayudará mucho a encontrar nuestro ritmo en los tramos más offroad que podamos realizar con nuestra bicicleta gravel.
Conclusión
Como resumen podríamos decir que, si lo que buscas es una bicicleta gravel que responda rápidamente y con mayor ligereza a la que puedas acoplar ruedas anchas, entonces tu sistema es claramente el monoplato.
En el caso de que las dimensiones de los neumáticos y del cuadro no sean muy importantes para ti y que busques mayor suavidad entre las distintas velocidades, entonces la transmisión doble plato es la tuya.