Quedarte atrás y ver como el grupo se aleja poco a poco es una de las sensaciones más duras a nivel psicológico que se pueden vivir en ciclismo. Podríamos decir que solo hay una manera segura de no perder al grupo, y esa sería pegarte a la rueda de delante como si te fuera la vida en ello. Aprieta, sufre y que no se separe ni un centímetro. Parece fácil así dicho, pero todos sabemos que puede resultar realmente difícil en ocasiones.
Vamos a ver unos pequeños consejos con los que reduciremos las probabilidades de ser el ciclista de la grupeta que se queda atrás.
No te distraigas
No siempre salimos con la bicicleta para superar marcas o hacer unas series infernales, en ocasiones lo hacemos para disfrutar del paisaje, la compañía o el buen día que hace, incluso si hemos viajado a un lugar nuevo es muy probable que la vista se nos vaya a todos esos detalles que no habíamos visto nunca antes. Incluso puede que el paisaje no de lo mismo pero nos haya llegado el momento de comer algo o que suene algo en tu cadena, un segundo de distracción puede costarte la rueda del grupo y ya sabes lo duro que puede llegar a ser recuperar los metros de desventaja así que mantente concentrado no solo para ir acompañado si no para evitar también posibles accidentes.
Cuando vas con el gancho
Esta también es bien conocida. Hay ocasiones en las que vamos tan apurados que no estamos seguros de cuanto tiempo más aguantaremos junto al grupo. Estas situaciones son habituales por ejemplo en una subida fuerte o un llano a gran velocidad, en estos casos lo mejor es ser conscientes de que podemos ahorrar mucha energía si nos colocamos estratégicamente detrás de otro ciclista. Lo único que necesitas es hacerte pequeño y pegarte a la rueda delantera sabiendo que sea cual sea la situación, terminará por ponerse un poco más fácil.
Aerodinámica
Como hemos comentado en el punto anterior, siempre debemos intentar aprovechar el ahorro de energía que nos aportan los ciclistas que llevamos por delante. En este caso debemos hacernos más aerodinámicos y asegurarnos de que nos quitamos todo el viento que podamos así que debemos bajar la cabeza, codos y hombros y hacernos tan pequeños como podamos para aprovechar al máximo la rueda de los de delante.
Se consciente del viento
Si antes hablábamos de la aerodinámica ahora lo hacemos directamente del viento. Es importante que te fijes de qué dirección sopla el viento y busques el modo de evitar que te robe energía. Si el viento es lateral, entonces querrás ponerte detrás del ciclista que llevas delante pero también hacia un lado, para evitar que te afecte el viento cruzado. Habrá ocasiones en las que tu compañero de delante vaya pegado al lado derecho de la carretera, dejándote sin espacio para cubrirte del viento, en estos casos lo único que tienes que hacer es avisarle para que te deje espacio y puedas protegerte del viento. Piensa que esto tiene sentido porque luego necesitará que estés fresco para darle el relevo.
Comunícate
No vas solo, por lo que es importante que haya buena comunicación y compenetración en la grupeta, por lo que no te ofendas si alguien te pide que bajes el ritmo ni tengas vergüenza de pedirle a alguien que afloje un poco. Si tienes el día saltarín y te apetece apretar avisa a tus compañeros para que en una arrancada no los dejes atrás y además, acabes perdiendo a todos tus amigos.
Prepárate para las ascensiones
Está claro que cuanto mejor conozcas el terreno mejor te irá en la salida, es por esto que debes intentar no comer o beber demasiado justo antes de una buena escalada, ya que eso puede que te haga ir más incómodo y lento en la subida, aumentando las posibilidades de que pierdas al grupo.
También puedes aprovechar al grupo e ir a rueda desde un rato antes de la subida, de ese modo estarás algo más descansado y podrás enfrentarte al puerto con más posibilidades de éxito.